jueves, agosto 31, 2006
Chistes
CONDONES OLÍMPICOS
Un hombre va de compras y descubre una nueva marca de condones:
Condones Olímpicos.
Impresionado, compra una caja. Al llegar a casa, le anuncia a su mujer la nueva adquisición:
- ¿Condones Olímpicos? - dice ella- ¿Y qué tienen de especial?
- Vienen en tres colores... Oro, Plata y Bronce, como las medallas.
- ¿Y qué color te vas a poner esta noche? - pregunta ella.
Oro, por supuesto. - dice el marido orgullosamente.
- ¿De verdad?... ¿Y por qué no usas de Plata? ¡¡¡Sería bueno que alguna vez no acabaras primero!!!
LA CIGÜEÑA
El papá de Jaimito le dice:
- Mira Jaimito, ¡ya hablé con la cigüeña para que te trajera un hermanito!
- No me jodas papá. Habiendo tantas mujeres, ¿te cogiste a una cigüeña?
¡VAS A SUFRIIIIIR!
- Resulta que, tras el diluvio universal, el arca de Noé se movía para todos lados, y el patriarca Noé no encontraba explicación a ello.
- Un día decide ir a visitar la cubierta de los animales, y he ahí el problema: todos los animales hacían el amor.
- Noé enfadado les gritó:
- Paren, ¡esto no puede ser! Les salvé la vida, ¿es así como me pagan? Van a hundir el arca.
Todos los animales le obedecieron, pero a Noé le dio lástima y les dijo:
- Le daré una ficha a cada pareja; en ella estará el día y la hora en que pueden hacer el amor.
- Y así lo hizo. Pasaron los días y andaba el mono molestando a la mona y le decía:
- ¡El miércoles a las 4 de la tarde vas a sufrir!
- Y durante tres días le dijo lo mismo. La mona, muy enfadada, fue a hablar con Noé.
-Mira Noé, El mono hace tres días que me anda molestando. Me dice que el miércoles a las 4 de la tarde voy a sufrir. Yo sé lo que va pasar ese día.
¡Pero no puede andar gritándolo por todas partes!¿Qué van a decir mis amigas?
- Noé, enfadado, fue a buscar al mono y le dijo:
- ¡Oye, mono...! ¿Por qué molestas a la mona de esa manera?, ¿Qué es eso de que va a sufrir?
-Verás... ¡es que perdí mi ficha jugando al póquer con el burro!
¡QUÉ MANERA DE PENSAR!
- Jaimito estaba sentado en clase, haciendo problemas de matemática, cuando su profesora le dice:
- Hagamos un ejercicio deductivo... supongamos que hay cinco pájaros parados en un arbusto y le disparas a uno con una pistola, ¿Cuántos pájaros quedarían?
- Ninguno - replica Jaimito - porque uno moriría y los otros saldrían volando.
- Bueno, la respuesta no era esa - dice la maestra- quedan cuatro ¡pero me encanta tu manera de pensar! Jaimito, algo humillado por el comentario, decide dar su merecido a la docente y dice:
- Tengo una pregunta de esas deductivas para usted, señorita:
- Si hay tres mujeres sentadas en un banco de la plaza comiéndose un helado, la primera lo está lamiendo, la segunda lo está mordiendo y la tercera lo está chupando, ¿cuál de ellas está casada?
- La profesora se sonroja y contesta tímidamente:
- Bueno, no estoy segura...supongo que la que lo está chupando.
- No - dice Jaimito- La respuesta no era esa... La casada es la que lleva el anillo de bodas en el dedo, pero me encanta su manera de pensar.
PIROPO
Le pedí a Dios una flor, y me dio un jardín; luego le pedí un árbol, y el me dio un bosque; al final le pedí un buen polvo, y me dio tu número de teléfono.
De ti depende que siga siendo creyente.
MAIL A LA ESPOSA
Querida: La policía ha hallado un cuerpo quemado, con dentadura postiza, peluca, pechos caídos y culo deforme... por favor, responde este mensaje para saber que estas bien.
HORÓSCOPO
¿Has leído tu horóscopo del 2006 ?
Salud: los astros te sonríen
Dinero: los astros te sonríen.
Sexo: los astros se cagan de la risa.
¿PREGUNTA?
¿Por que la Torre de Pisa esta inclinada?
Porque tuvo mejores reflejos que las Torres Gemelas.
ELECCIÓN
De pequeño Dios me dio a elegir entre tener una memoria increíble o un pito gigante, ...y no me acuerdo lo que elegi...
SABER
¿Sabes que el pito puede ser masculino o femenino?
Si mide mas de 12 cm. es un pene, pero si mide menos de 12 cm, es una pena.
CUANDO HAY QUE DEJAR ALGO
Un día leí que fumar era malo y deje de fumar.
Un día leí que beber era malo, y deje de beber.
Un día leí que follar era malo, ...y deje de leer.
GENÉTICA
He logrado cruzar genéticamente ladillas con luciérnagas. No se para que sirve, pero tengo los huevos que parecen Las Vegas.
CONFESIÓN
Un hombre entra al confesionario en una Iglesia.
Padre,... me quiero confesar.
Si hijo, dime: ¿Cuales son tus pecados?
Padre... he sido infiel a mi esposa... soy productor de cine y la semana pasada me acosté con Jennifer Lopez; y en esta semana he tenido una orgía super ardiente con Cameron Diaz y Cindy Crawford,...con las dos a la vez.
Lo siento hijo, pero no te puedo absolver.
Pero... ¿Por que no Padre? si la misericordia de Dios es infinita....
Sí, pero ni Dios ni yo te vamos a creer que... estas ARREPENTIDO!!!
miércoles, agosto 30, 2006
Una frase
La memoria. ¿Cómo funciona?¿Qué hará que en ocasiones recordemos sucesos que teníamos completamente olvidadas? Hay momentos en que estás ocupado haciendo cualquier tarea y sin saber por qué un momento pasado acude a tu memoria; cosas que no tienen nada que ver con lo que haces de repente están en tu cabeza.
Digo esto porque esta mañana me sucedió algo similar. Estaba en el trabajo y me he acordado de una frase que me llamó muchísimo la atención. Fue en noviembre del año pasado. “No me la juegues”. Esa fue la frase. Permanece en memoria porque es una frase que me dio mucho que pensar. Os cuento.
En noviembre del 2.005 estuve todo el mes en Sudáfrica, en un pueblecito sito a una hora y media en coche de Johannesburgo. Estuve allí durante cinco semanas por el trabajo. Estábamos mi jefe, un auditor senior y yo.
Mi jefe llevaba allí más tiempo, como tres o cuatro semanas más, así que su mujer fue a visitarlo y estuvo con nosotros unos diez días. Evidentemente, el día que ella regresaba a España mi jefe la llevó al aeropuerto.
Como ya he dicho, el aeropuerto internacional de Johannesburgo quedaba a una hora y media de coche. Las carreteras sudafricanas son realmente peligrosas, sobre todo por el alto índice de secuestros que se dan en sus autopistas. Por ese motivo, mi compañero de trabajo y yo fuimos con la pareja hasta el aeropuerto.
Una vez que la esposa había facturado su equipaje nos despedimos de ella. Mi compañero y yo primero y nos alejamos un poco de la escena para darles toda la intimidad que se pueda tener en un aeropuerto.
Oí perfectamente como mi jefe le decía a su esposa: “No me la juegues, pórtate bien”.
¡Cuánto pasado encierra esa frase! No es la frase que se dice cuando despides a tu pareja en el aeropuerto. Tampoco es la frase que se dice después de treinta años de matrimonio.
Si el marido lo dijo es por algo. Después de tanto tiempo no es algo que uno deba decir. Es la frase típica de una pareja de adolescentes que se separa por primera vez; no es la frase que se dice cuando llevas treinta años con la misma persona. No es la frase que se dice cuando compartes tu vida, tu hogar, tu familia con esa persona.
Desde entonces he pensado que era claro que en algún momento de la historia de esa relación ella se la había jugado. Algo había hecho que a él le había dolido y que no había olvidado del todo, porque seguía advirtiéndola. Cuando algo se ha olvidado o superado no tiene sentido que sigas advirtiendo de que eso no vuelva a suceder.
Esa frase encierra mucho. Nunca he sabido a que se refería él. Tampoco qué es lo que ella había hecho o dejado de hacer para ganarse esa reprimenda. Nunca lo sabré, porque aunque mañana él ya no sea mi jefe yo no me atreveré a preguntárselo.
Me divierte pensar que su esposa tuvo una aventura. Es divertido porque mi jefe es el tipo de persona que cree que lo sabe todo, que piensa mal de todo el mundo, que quiere que se haga todo a su manera, que sólo acepta un punto de vista, el suyo.
Sin embargo, eso no pudo controlarlo, no se hizo a su manera, fue engañado y ahora se ve condenado a pensar mal de su mujer, aunque sea subconscientemente. Igual es el castigo que el destino le tenía guardado, por la cantidad de personas de las que pensó mal sin motivo ahora tendrá que pensar siempre mal aunque no quiera de la persona que ama.
Hay frases que encierran en sus pocas palabras toda la historia de una pareja. Ésta es una de ellas. ¿Qué ocurrió entre ellos?¿Cuál era la historia oculta de ese matrimonio?
¡Cuánta vida, cuántos sentimientos, cuántos significados en esas cuatro palabras!
Digo esto porque esta mañana me sucedió algo similar. Estaba en el trabajo y me he acordado de una frase que me llamó muchísimo la atención. Fue en noviembre del año pasado. “No me la juegues”. Esa fue la frase. Permanece en memoria porque es una frase que me dio mucho que pensar. Os cuento.
En noviembre del 2.005 estuve todo el mes en Sudáfrica, en un pueblecito sito a una hora y media en coche de Johannesburgo. Estuve allí durante cinco semanas por el trabajo. Estábamos mi jefe, un auditor senior y yo.
Mi jefe llevaba allí más tiempo, como tres o cuatro semanas más, así que su mujer fue a visitarlo y estuvo con nosotros unos diez días. Evidentemente, el día que ella regresaba a España mi jefe la llevó al aeropuerto.
Como ya he dicho, el aeropuerto internacional de Johannesburgo quedaba a una hora y media de coche. Las carreteras sudafricanas son realmente peligrosas, sobre todo por el alto índice de secuestros que se dan en sus autopistas. Por ese motivo, mi compañero de trabajo y yo fuimos con la pareja hasta el aeropuerto.
Una vez que la esposa había facturado su equipaje nos despedimos de ella. Mi compañero y yo primero y nos alejamos un poco de la escena para darles toda la intimidad que se pueda tener en un aeropuerto.
Oí perfectamente como mi jefe le decía a su esposa: “No me la juegues, pórtate bien”.
¡Cuánto pasado encierra esa frase! No es la frase que se dice cuando despides a tu pareja en el aeropuerto. Tampoco es la frase que se dice después de treinta años de matrimonio.
Si el marido lo dijo es por algo. Después de tanto tiempo no es algo que uno deba decir. Es la frase típica de una pareja de adolescentes que se separa por primera vez; no es la frase que se dice cuando llevas treinta años con la misma persona. No es la frase que se dice cuando compartes tu vida, tu hogar, tu familia con esa persona.
Desde entonces he pensado que era claro que en algún momento de la historia de esa relación ella se la había jugado. Algo había hecho que a él le había dolido y que no había olvidado del todo, porque seguía advirtiéndola. Cuando algo se ha olvidado o superado no tiene sentido que sigas advirtiendo de que eso no vuelva a suceder.
Esa frase encierra mucho. Nunca he sabido a que se refería él. Tampoco qué es lo que ella había hecho o dejado de hacer para ganarse esa reprimenda. Nunca lo sabré, porque aunque mañana él ya no sea mi jefe yo no me atreveré a preguntárselo.
Me divierte pensar que su esposa tuvo una aventura. Es divertido porque mi jefe es el tipo de persona que cree que lo sabe todo, que piensa mal de todo el mundo, que quiere que se haga todo a su manera, que sólo acepta un punto de vista, el suyo.
Sin embargo, eso no pudo controlarlo, no se hizo a su manera, fue engañado y ahora se ve condenado a pensar mal de su mujer, aunque sea subconscientemente. Igual es el castigo que el destino le tenía guardado, por la cantidad de personas de las que pensó mal sin motivo ahora tendrá que pensar siempre mal aunque no quiera de la persona que ama.
Hay frases que encierran en sus pocas palabras toda la historia de una pareja. Ésta es una de ellas. ¿Qué ocurrió entre ellos?¿Cuál era la historia oculta de ese matrimonio?
¡Cuánta vida, cuántos sentimientos, cuántos significados en esas cuatro palabras!
“No me la juegues” le había advertido mi jefe. La otra pregunta: en esas dos semanas, ¿se la jugó? Pero eso, eso es otra historia.
martes, agosto 29, 2006
Plutón
El colmo. ¿Dónde va a ir a parar la educación en este país? Ya es grave que con la ESO los niños puedan pasar de curso con asignaturas pendientes; pero ésto es el colmo.
Tan preocupados están por el fracaso escolar que cada vez tienen que estudiar menos. ¡Han quitado un planeta del temario! ¿Qué va a ser lo próximo?¿Quitarles la tabla del nueve?
Pobre Plutón, ¡qué culpa tendrá él de ser pequeño y no tener su órbita limpia!
lunes, agosto 28, 2006
Regreso de vacaciones
"Es agradable tener amigos de lugares lejanos". Confucio.
Ayer a las diez de la mañana el avión aterrizó en Barajas, oficialmente las vacaciones se habían terminado. Han sido dos semanas que han sabido a poco, que se han pasado sin darme cuenta, que se han escapado como la arena cuando intentamos atraparla con las manos.
Dos semanas, 4 aviones, 1.300 km de carretera, dos países, más de 300 fotos y muchos más recuerdos.
Dos semanas en la que he conocido nuevos familiares (mi cuñado y mis dos nuevos sobrinos especialmente), dos semanas entre amigos y entre familiares, dos semanas con comidas a deshoras, dos semanas con días de siesta y noches de burbujas, con días de playa y de piscina, con días de recados y diligencias y noches de ocio.
Dos semanas conociendo gente nueva, sitios nuevos y aprendiendo cosas nuevas (dar el biberón a un recién nacido y sacarle los gases).
Dos semanas compartidas de punta a punta con mi pareja.
Dos semanas llenas de risas, bromas y cotilleos.
Dos semanas conduciendo coches automáticos. Hoy de camino a la oficina el mío se me caló dos veces, es manual.
Dos semanas de compras y de restaurantes, de copas y de cervezas.
Dos semanas dan para hacer muchísimas cosas si no te pasas ocho horas metido en el trabajo. ¿Quién fue el mal nacido que se inventó el trabajo?
Dos semanas, 4 aviones, 1.300 km de carretera, dos países, más de 300 fotos y muchos más recuerdos.
Dos semanas en la que he conocido nuevos familiares (mi cuñado y mis dos nuevos sobrinos especialmente), dos semanas entre amigos y entre familiares, dos semanas con comidas a deshoras, dos semanas con días de siesta y noches de burbujas, con días de playa y de piscina, con días de recados y diligencias y noches de ocio.
Dos semanas conociendo gente nueva, sitios nuevos y aprendiendo cosas nuevas (dar el biberón a un recién nacido y sacarle los gases).
Dos semanas compartidas de punta a punta con mi pareja.
Dos semanas llenas de risas, bromas y cotilleos.
Dos semanas conduciendo coches automáticos. Hoy de camino a la oficina el mío se me caló dos veces, es manual.
Dos semanas de compras y de restaurantes, de copas y de cervezas.
Dos semanas dan para hacer muchísimas cosas si no te pasas ocho horas metido en el trabajo. ¿Quién fue el mal nacido que se inventó el trabajo?
Deshilachando fútbol
Durante las vacaciones me han invitado a colaborar en un blog que se centrará en el fútbol, en la liga española. He aceptado sin pensarmelo la invitación ya que el fútbol me encanta y me apasiona.
No dudéis en pasaros y visitarlo.
viernes, agosto 11, 2006
Cerrado por vacaciones
Il Codino Divino se toma dos merecidas semanas de vacaciones, dos semanas en las que quiere disfrutar de los desayunos tranquilos, del placer de trasnochar con los amigos, de pasear con la pareja, de poder quedarse hasta tarde por la noche leyendo un buen libro, disfrutar de unas buenas siestas, olvidarse del trabajo...
Un abrazo a todos.
jueves, agosto 10, 2006
Claves musicales
- Cuantas más versiones hace un/a cantante, peor es el/la cantante.
- Cuantas más colaboraciones tiene un disco, peor es el disco.
- Cuantas más mujeres salen desnudas o semidesnudas en el video, peor es la canción.
martes, agosto 08, 2006
Retrato de un almuerzo
Ayer comí a las cuatro de la tarde en un restaurante de comida rápida. El restaurante, situado en el corazón financiero de Madrid no estaba tan abarrotado como acostumbra en esas horas un día de entre semana. Es una de las pequeñas ventajas de disfrutar de Madrid a mediados de agosto.
Después de pedir y pagar mi comida me senté en la mesa. La sala del restaurante es rectangular. Yo me senté de espaldas a la calle, de espaldas a la vidriera. Desde donde estaba sentado podía ver todas las mesas de la sala y a los comensales de cada una. Como estaba comiendo sólo me fijé en ellos.
Delante de mí, había una pareja comiendo. Él me daba la espalda y a ella no podía verla bien porque el hombre era corpulento y me tapaba la vista. En la mesa del fondo, pegada a la pared había una familia comiendo. Eran todos mayores, yo creo que se trataba de un matrimonio heterosexual que estaban de visita con los padres de ambos. No hacían más que comer, se levantaron un par de veces a ordenar más comida, y cuchicheaban algo entre ellos que parecía que les tenía incómodos.
A mi izquierda había otra fila de mesas. En la mesa más alejada de la fila estaban comiendo una madre y sus dos hijos. El mayor era un varón, que debía tener cerca de los diez años y hablaba constantemente con la madre. Debía de hablar de algo gracioso porque la madre se reía a cada rato. La hija pequeña, que apenas debía superar los cinco jugaba con el regalo que traía el menú infantil. Era la típica estampa de una familia en verano. Yo me acuerdo que de niño también hacíamos eso, mi madre nos llevaba a hacer la compra y después íbamos a comer mi madre, mis dos hermanos y yo.
Un par de mesas más cercanas a mí estaba una mujer comiendo sola. Comía una ensalada y estaba absorta en sus pensamientos. En la mesa más cercana a donde yo estaba había cuatro personas comiendo. Eran dos amigas jóvenes, apenas pasarían la treintena y estaban comiendo con los hijos de una de ellas dos. La niña era la mayor y debía de tener unos ocho años y estuvo todo el rato jugando con las dos, se lo estaban pasando pipa los tres. El hijo pequeño, de unos dos años, estirado en el carricoche estaba dormido, profundamente dormido con una cara placentera que daba envidia verle dormir así. Dormido ajeno a todo. Feliz.
En la fila de mesas de mi derecha sólo había dos mesas ocupadas. En una de ellas estaba un joven sólo, trajeado, me figuré que acababa de salir del trabajo. En la mesa más alejada de la fila estaban dos chicos comiendo. El uno sentado al lado del otro. Estaban haciéndose mimos. No estaban haciendo nada escandaloso, nada que pudiese resultar chocante. Sólo estaban haciéndose caricias, cosquillas, tonteando como cualquier pareja de adolescentes.
Estaban sentados en la mesa de al lado de la familia que parecía incomoda. Ahora entendí qué les chocaba, qué estaban venga a cuchichear.
Los dos jóvenes terminaron de comer, recogieron las bandejas y se fueron del restaurante. Cuando salieron, de la mesa “alarmada” se giró la chica joven y los miró con una cara que no supe discernir si era de odio, de indignación o de rabia. Quizás la cara estaba aderezada con un poquito de todo.
Seguí su mirada para ver si los dos chicos se habían dado cuenta de esos dos ojos amenazantes que se clavaban en su espalda. Ya habían salido, no se percataron de todo eso o si se dieron cuenta prefirieron pasarlo por alto.
Mi mirada se volvió a encontrar con el niño de la siesta. Seguía totalmente estirado en el carrito durmiendo. Dormía a rienda suelta, una pierna le colgaba fuera del carrito. Un chupete blanco en la boca. La cara era de una tranquilidad máxima, de felicidad, estaba gozando la siesta, era feliz, sin duda alguna. Dormía ajeno a tanta rabia, a tanto odio. Ajeno. Feliz.
Ajeno al odio de aquella señora, ajeno a las bombas que siguen matando inocentes, ajeno a los incendios provocados de Galicia, ajeno y feliz al mismo tiempo.
¿En qué momento perdemos esa inocencia?¿Cuándo nos envilecemos?¿Qué hace que aprendamos a odiar a aquellos que son diferentes?¿Qué hace que olvidemos amarnos unos a otros?¿Cuándo olvidamos que todos somos personas, que somos iguales?
Me pareció evidente que dentro de ese niño no podía haber ni un gramo de tanta injusticia, de tanto odio, de tanta maldad.
¿Cuándo aprendemos a ser así?¿Qué es lo que no funciona para que aprendamos a hacer tantas cosas malas?¿Cuándo ocurre?¿Podremos algún día cambiar eso?¿Estaremos siempre obligados a nacer en amor y crecer en odio?
Yo, por un instante, desee ser ese niño dormilón, ajeno y feliz.
Después de pedir y pagar mi comida me senté en la mesa. La sala del restaurante es rectangular. Yo me senté de espaldas a la calle, de espaldas a la vidriera. Desde donde estaba sentado podía ver todas las mesas de la sala y a los comensales de cada una. Como estaba comiendo sólo me fijé en ellos.
Delante de mí, había una pareja comiendo. Él me daba la espalda y a ella no podía verla bien porque el hombre era corpulento y me tapaba la vista. En la mesa del fondo, pegada a la pared había una familia comiendo. Eran todos mayores, yo creo que se trataba de un matrimonio heterosexual que estaban de visita con los padres de ambos. No hacían más que comer, se levantaron un par de veces a ordenar más comida, y cuchicheaban algo entre ellos que parecía que les tenía incómodos.
A mi izquierda había otra fila de mesas. En la mesa más alejada de la fila estaban comiendo una madre y sus dos hijos. El mayor era un varón, que debía tener cerca de los diez años y hablaba constantemente con la madre. Debía de hablar de algo gracioso porque la madre se reía a cada rato. La hija pequeña, que apenas debía superar los cinco jugaba con el regalo que traía el menú infantil. Era la típica estampa de una familia en verano. Yo me acuerdo que de niño también hacíamos eso, mi madre nos llevaba a hacer la compra y después íbamos a comer mi madre, mis dos hermanos y yo.
Un par de mesas más cercanas a mí estaba una mujer comiendo sola. Comía una ensalada y estaba absorta en sus pensamientos. En la mesa más cercana a donde yo estaba había cuatro personas comiendo. Eran dos amigas jóvenes, apenas pasarían la treintena y estaban comiendo con los hijos de una de ellas dos. La niña era la mayor y debía de tener unos ocho años y estuvo todo el rato jugando con las dos, se lo estaban pasando pipa los tres. El hijo pequeño, de unos dos años, estirado en el carricoche estaba dormido, profundamente dormido con una cara placentera que daba envidia verle dormir así. Dormido ajeno a todo. Feliz.
En la fila de mesas de mi derecha sólo había dos mesas ocupadas. En una de ellas estaba un joven sólo, trajeado, me figuré que acababa de salir del trabajo. En la mesa más alejada de la fila estaban dos chicos comiendo. El uno sentado al lado del otro. Estaban haciéndose mimos. No estaban haciendo nada escandaloso, nada que pudiese resultar chocante. Sólo estaban haciéndose caricias, cosquillas, tonteando como cualquier pareja de adolescentes.
Estaban sentados en la mesa de al lado de la familia que parecía incomoda. Ahora entendí qué les chocaba, qué estaban venga a cuchichear.
Los dos jóvenes terminaron de comer, recogieron las bandejas y se fueron del restaurante. Cuando salieron, de la mesa “alarmada” se giró la chica joven y los miró con una cara que no supe discernir si era de odio, de indignación o de rabia. Quizás la cara estaba aderezada con un poquito de todo.
Seguí su mirada para ver si los dos chicos se habían dado cuenta de esos dos ojos amenazantes que se clavaban en su espalda. Ya habían salido, no se percataron de todo eso o si se dieron cuenta prefirieron pasarlo por alto.
Mi mirada se volvió a encontrar con el niño de la siesta. Seguía totalmente estirado en el carrito durmiendo. Dormía a rienda suelta, una pierna le colgaba fuera del carrito. Un chupete blanco en la boca. La cara era de una tranquilidad máxima, de felicidad, estaba gozando la siesta, era feliz, sin duda alguna. Dormía ajeno a tanta rabia, a tanto odio. Ajeno. Feliz.
Ajeno al odio de aquella señora, ajeno a las bombas que siguen matando inocentes, ajeno a los incendios provocados de Galicia, ajeno y feliz al mismo tiempo.
¿En qué momento perdemos esa inocencia?¿Cuándo nos envilecemos?¿Qué hace que aprendamos a odiar a aquellos que son diferentes?¿Qué hace que olvidemos amarnos unos a otros?¿Cuándo olvidamos que todos somos personas, que somos iguales?
Me pareció evidente que dentro de ese niño no podía haber ni un gramo de tanta injusticia, de tanto odio, de tanta maldad.
¿Cuándo aprendemos a ser así?¿Qué es lo que no funciona para que aprendamos a hacer tantas cosas malas?¿Cuándo ocurre?¿Podremos algún día cambiar eso?¿Estaremos siempre obligados a nacer en amor y crecer en odio?
Yo, por un instante, desee ser ese niño dormilón, ajeno y feliz.
Moderación de comentarios
Me he visto obligado a activar la opción de moderación de comentarios debido a links de páginas web que han dejado en mi blog a modo de publicidad.
En un principio, cuando comencé esta bonita aventura que es tener un blog, descarté activar esta opción. El motivo era una cuestión puramente romántica, y era por creer en la libertad de expresión ya que odio cualquier tipo de censura.
Igual que yo tengo la total liberta de publicar lo que me viene en gana en mi blog (para eso lo hago yo), también quería que quienes comentasen en mi blog tuviesen la misma libertad.
Pero en estos últimos días he recibido varios links de publicidad que a simple vista parece un comentario más. De alguna forma me parece desvirtuar el espíritu de mi blog, así que he tenido que activar la opción para eliminar esos comentarios.
Quiero también decir, que todos los demás comentarios seguiré autorizándolos, me gusten o no, estén de acuerdo o no con las opiniones que yo aquí escribo.
Gracias a todos vosotros por vuestras visitas y por vuestros comentarios.
Un abrazo.
viernes, agosto 04, 2006
La sombra de la sospecha
Aprovecho unas breves líneas, ahora que me he aficionado a escribir sobre los films que he visto, para daros un consejo. ¡NO VEAIS LA SOMBRA DE LA SOSPECHA!
Es una película aburrida, con un trama que ya hemos visto cientos de veces, con un malo que se sabe desde los veinte minutos quién es aunque pretendan hacerte creer es otro. Otra película en la que parece que el mundo gira alrededor de la Casa Blanca.
Es mala y aburrida y los actores trabajan sin ganas, parece que la han hecho por cubrir el expediente. La que mejor lo hace es Eva Longoria y es su primera película, con eso lo digo todo.
Recuerden: ¡NO GASTEN 6 EUROS EN ESTA PELÍCULA!
Conversación en el trabajo II
P:-Yo odio a los moros...yo, todos los que conozco son traicioneros, son unos hijos de puta...no los odio por raza, por mentalidad...no los puedo ver...
M: -Pero los moros no te atracan los chales.
P: - Para que van a perder el tiempo en atracarte un chalet, te atracan en la calle y ya está.
A: - Son militares los de los chales.
P:- Es que esa gente que se agrupan entre ellos, que no se integran...
A: - Son como los sudamericanos.
P: - No, los sudamericanos depende. Los jóvenes con sus bandas si, pero los mayores son gente agradable.
M: - Es que los moros viven muy atrasados, como los católicos en el S. XIII.
P: - Son unos cabrones los moros. ¿Tú viste como los de Líbano apedreaban las embajadas de Estados Unidos e Israel? Parecían animales, porque lo de las bombas es una excusa... luego sale Zapatero condenando los ataques de Israel, pero no los de Hezbolá... estamos en un país lleno de demagogos... porque joder, si a mí me atacan con una pistola y tengo una metralleta pues ataco con la metralleta...
He de reconocer que llegado a este punto dejé de escuchar. ¿Por perlas como ésta puedo pedir indemnización por daños contra mi salud mental?
M: -Pero los moros no te atracan los chales.
P: - Para que van a perder el tiempo en atracarte un chalet, te atracan en la calle y ya está.
A: - Son militares los de los chales.
P:- Es que esa gente que se agrupan entre ellos, que no se integran...
A: - Son como los sudamericanos.
P: - No, los sudamericanos depende. Los jóvenes con sus bandas si, pero los mayores son gente agradable.
M: - Es que los moros viven muy atrasados, como los católicos en el S. XIII.
P: - Son unos cabrones los moros. ¿Tú viste como los de Líbano apedreaban las embajadas de Estados Unidos e Israel? Parecían animales, porque lo de las bombas es una excusa... luego sale Zapatero condenando los ataques de Israel, pero no los de Hezbolá... estamos en un país lleno de demagogos... porque joder, si a mí me atacan con una pistola y tengo una metralleta pues ataco con la metralleta...
He de reconocer que llegado a este punto dejé de escuchar. ¿Por perlas como ésta puedo pedir indemnización por daños contra mi salud mental?
Vivre sa vie
Año de producción: 1962
Dirección: Jean-Luc Godard
Fotografía: Raoul Coutard
Música: Michel Leblanc
Duración: 80 minutos
Intérpretes: Anna Karina, Sady Rebbot, Guylaine Schlumberger, André S.Labarthe
La tercera película del maestro Godard, “Vivre sa vie”, es una verdadera delicia. Una verdadera obra de arte cinematográfica. A través de 12 cuadros, Godard se introduce en el mundo de las prostitutas parisinas.
Una película rodada en 1962 pero que a día de hoy sigue siendo rompedora, fresca y moderna. El año pasado llegaba a las pantallas la española “Princesas”, film que nos vendieron como moderno y trasgresor. Créanme, este film, con 44 años a sus espaldas, refleja de una manera más cercana, más próxima el ambiente en el que se desenvuelven las prostitutas y nos muestra su día a día, sus aspiraciones y sus temores.
Es la tercera película del director, pero el film está rodado con una inteligencia bárbara. Rodada en blanco y negro, todos los planos son de una maestría bárbara, todos los ángulos están rodados de manera brillante, con una gran exquisitez. No hay ninguna escena que sobre, ningún diálogo que esté de más. Realmente formidables son los dos últimos cuadros.
La actriz fetiche del director en sus primeros films, Anna Karina, interpreta a la joven que cuadro a cuadro se introduce en el mundo de la prostitución. Una actriz de una belleza singular, con unos ojos que transmiten todo por si mismos, una mirada penetrante a la par que inocente.
Esta reposición del film es una oportunidad única de poder ver la película, en España está descatalogada y no se puede encontrar en DVD. En Madrid sólo la proyectan en los Renoir de Plaza de España.
Dirección: Jean-Luc Godard
Fotografía: Raoul Coutard
Música: Michel Leblanc
Duración: 80 minutos
Intérpretes: Anna Karina, Sady Rebbot, Guylaine Schlumberger, André S.Labarthe
La tercera película del maestro Godard, “Vivre sa vie”, es una verdadera delicia. Una verdadera obra de arte cinematográfica. A través de 12 cuadros, Godard se introduce en el mundo de las prostitutas parisinas.
Una película rodada en 1962 pero que a día de hoy sigue siendo rompedora, fresca y moderna. El año pasado llegaba a las pantallas la española “Princesas”, film que nos vendieron como moderno y trasgresor. Créanme, este film, con 44 años a sus espaldas, refleja de una manera más cercana, más próxima el ambiente en el que se desenvuelven las prostitutas y nos muestra su día a día, sus aspiraciones y sus temores.
Es la tercera película del director, pero el film está rodado con una inteligencia bárbara. Rodada en blanco y negro, todos los planos son de una maestría bárbara, todos los ángulos están rodados de manera brillante, con una gran exquisitez. No hay ninguna escena que sobre, ningún diálogo que esté de más. Realmente formidables son los dos últimos cuadros.
La actriz fetiche del director en sus primeros films, Anna Karina, interpreta a la joven que cuadro a cuadro se introduce en el mundo de la prostitución. Una actriz de una belleza singular, con unos ojos que transmiten todo por si mismos, una mirada penetrante a la par que inocente.
Esta reposición del film es una oportunidad única de poder ver la película, en España está descatalogada y no se puede encontrar en DVD. En Madrid sólo la proyectan en los Renoir de Plaza de España.
miércoles, agosto 02, 2006
Agosto
Ayer empezó agosto. El mes en el que Madrid se queda vacío y se supone que en el trabajo no te dan la brasa ( y menos cuando saben que en un mes te piras con la música a otra parte). Me parto de la risa, ¡qué gran mentira!
Ayer empezó agosto y a las ocho de la mañana ya hacía un calor insoportable. Además, el segundo del departamento decidió que no iba a estar todo el mes sin hacer nada y no hizo más que darme trabajo.
A las tres salí del trabajo y fui a casa de mis padres a darme un chapuzón en la piscina y comer. ¡Pues va a ser que no! Justo cuando estaba entrando en el garaje con el coche me llamó el técnico de la lavadora (estaba rota desde el sábado pasado). Me comenta que está en la puerta de mi casa y que no le abren la puerta. Normal. No hay nadie.
La verdad es que el técnico se portó y accedió a esperarme veinte minutos a que llegara a casa para que arreglase la lavadora. Eso sí, la factura me acaba de descuadrar el mes. Entre el desplazamiento, la primera hora de mando de obra, la pieza, el IVA y la propina en señal de agradecimiento por la espera se me van 200 €. ¡Cojonudo!
A todo esto eran las cuatro y media de la tarde y todavía no había podido comer. Además, tenía dolor de estómago. El cuarto de baño ayer parecía un urinario del metro. Suicísimo. Yo que soy muy fino no cago en esas condiciones. Así que llevaba desde el café de la mañana aguantando toda la mierda dentro.
Salí disparado a casa de mis padres para poder hacer aguas mayores (en mi casa estaba la asistenta limpiando la casa y no era plan dejarla trabajando con todo el tufo, porque yo comeré jamón pero cagar cago mierda, jejeje). Afortunadamente pude desahogarme con el señor Roca y luego tomé un plato de gazpacho que a mi madre le sale excelente, es sin duda uno de mis platos favoritos.
Tras la comida, una pequeña siesta. Luego fui a buscar a mi novia a su trabajo, descansamos un poquito en la casa y nos reunimos con mis padres y mi hermano pequeño y su novia para ir al cine. El cine estaba hasta la bandera, la sala abarrotada y encima de los típicos pesados que no dejan de hacer ruido. ¿No había habido millones de desplazamientos?¿Y la operación salida?
La película, Vivre sa vie del maestro Godard. Buenísima. Una verdadera obra de arte.
Tras la proyección, excelente cena en un pequeño restaurante familiar cercano al Conde Duque.
Justo a la medianoche llegamos los dos a casa, con sueño y satisfacción por la velada tan agradable que habíamos disfrutado.
Ayer empezó agosto.
Ayer empezó agosto y a las ocho de la mañana ya hacía un calor insoportable. Además, el segundo del departamento decidió que no iba a estar todo el mes sin hacer nada y no hizo más que darme trabajo.
A las tres salí del trabajo y fui a casa de mis padres a darme un chapuzón en la piscina y comer. ¡Pues va a ser que no! Justo cuando estaba entrando en el garaje con el coche me llamó el técnico de la lavadora (estaba rota desde el sábado pasado). Me comenta que está en la puerta de mi casa y que no le abren la puerta. Normal. No hay nadie.
La verdad es que el técnico se portó y accedió a esperarme veinte minutos a que llegara a casa para que arreglase la lavadora. Eso sí, la factura me acaba de descuadrar el mes. Entre el desplazamiento, la primera hora de mando de obra, la pieza, el IVA y la propina en señal de agradecimiento por la espera se me van 200 €. ¡Cojonudo!
A todo esto eran las cuatro y media de la tarde y todavía no había podido comer. Además, tenía dolor de estómago. El cuarto de baño ayer parecía un urinario del metro. Suicísimo. Yo que soy muy fino no cago en esas condiciones. Así que llevaba desde el café de la mañana aguantando toda la mierda dentro.
Salí disparado a casa de mis padres para poder hacer aguas mayores (en mi casa estaba la asistenta limpiando la casa y no era plan dejarla trabajando con todo el tufo, porque yo comeré jamón pero cagar cago mierda, jejeje). Afortunadamente pude desahogarme con el señor Roca y luego tomé un plato de gazpacho que a mi madre le sale excelente, es sin duda uno de mis platos favoritos.
Tras la comida, una pequeña siesta. Luego fui a buscar a mi novia a su trabajo, descansamos un poquito en la casa y nos reunimos con mis padres y mi hermano pequeño y su novia para ir al cine. El cine estaba hasta la bandera, la sala abarrotada y encima de los típicos pesados que no dejan de hacer ruido. ¿No había habido millones de desplazamientos?¿Y la operación salida?
La película, Vivre sa vie del maestro Godard. Buenísima. Una verdadera obra de arte.
Tras la proyección, excelente cena en un pequeño restaurante familiar cercano al Conde Duque.
Justo a la medianoche llegamos los dos a casa, con sueño y satisfacción por la velada tan agradable que habíamos disfrutado.
Ayer empezó agosto.
Tu vida en 65 minutos
Dirección: María Ripoll.
Intérpretes: Javier Pereira, Tamara Arias, Nuria Gago, Andrés Gertrudis.
Género: drama, España, 2005.
Duración: 90 minutos
Tres amigos acuden a un entierro creyendo que el fallecido es un compañero suyo del colegio. El fallecido y su compañero de la infancia sólo tienen en común el nombre. A partir de este error se desarrolla toda la trama de la película.
Una película basada en una obra de teatro del mismo nombre. Una historia que habla sobre la vida y la muerte, sobre la adolescencia y el amor, sobre la amistad y la familia. Una historia que enfoca la vida y la muerte de una forma poética, romántica, optimista.
Un drama que vincula la vida al amor y a la busca de la felicidad, de la perfección. El guión se sirve de las casualidades de la vida cotidiana para atraparnos y mostrarnos como esa misma búsqueda puede concluir con la muerte. Nos enseña un lado de la muerte romántico, profundo, natural; incluso podría decirse que afronta la muerte desde una perspectiva bastante optimista.
La película está rodada con muchísimo gusto. Las escenas se van sucediendo de forma natural, sin sobresaltos. El espectador percibe que la trama se desarrolla de una manera suave, sin sobresaltos en la narración. La directora se sirve de las casualidades de la vida cotidiana para contar su historia e ir atrapando a los espectadores.
Además, los actores realizan un trabajo magnífico. La mayoría de los actores son desconocidos, lo que ayuda a que el espectador se pueda identificar con la historia, percibir que la historia es real, que esas mismas situaciones pueden darse en el día a día de cada uno.
Una historia que termina con un final impactante que provoca que el espectador se quede hundido en la butaca de la sala.
Es la película española de la temporada. No se la pierdan. Háganse un favor y pase una tarde viendo cine de verdad y no se trague un bodrio americano. Altamente recomendable.
Intérpretes: Javier Pereira, Tamara Arias, Nuria Gago, Andrés Gertrudis.
Género: drama, España, 2005.
Duración: 90 minutos
Tres amigos acuden a un entierro creyendo que el fallecido es un compañero suyo del colegio. El fallecido y su compañero de la infancia sólo tienen en común el nombre. A partir de este error se desarrolla toda la trama de la película.
Una película basada en una obra de teatro del mismo nombre. Una historia que habla sobre la vida y la muerte, sobre la adolescencia y el amor, sobre la amistad y la familia. Una historia que enfoca la vida y la muerte de una forma poética, romántica, optimista.
Un drama que vincula la vida al amor y a la busca de la felicidad, de la perfección. El guión se sirve de las casualidades de la vida cotidiana para atraparnos y mostrarnos como esa misma búsqueda puede concluir con la muerte. Nos enseña un lado de la muerte romántico, profundo, natural; incluso podría decirse que afronta la muerte desde una perspectiva bastante optimista.
La película está rodada con muchísimo gusto. Las escenas se van sucediendo de forma natural, sin sobresaltos. El espectador percibe que la trama se desarrolla de una manera suave, sin sobresaltos en la narración. La directora se sirve de las casualidades de la vida cotidiana para contar su historia e ir atrapando a los espectadores.
Además, los actores realizan un trabajo magnífico. La mayoría de los actores son desconocidos, lo que ayuda a que el espectador se pueda identificar con la historia, percibir que la historia es real, que esas mismas situaciones pueden darse en el día a día de cada uno.
Una historia que termina con un final impactante que provoca que el espectador se quede hundido en la butaca de la sala.
Es la película española de la temporada. No se la pierdan. Háganse un favor y pase una tarde viendo cine de verdad y no se trague un bodrio americano. Altamente recomendable.
martes, agosto 01, 2006
Conversación en la piscina
Os pongo en antecedentes. En el edificio que viven mis padres habitaba en el bajo el portero de la finca. Hasta que le echaron. La casa ha estado desocupada desde hace 10 años. Este verano se la han alquilado a una familia.
Vecina 1(en voz bien alta):- Pues vaya, le han alquilado el piso a unos hispanos. Ya veremos como termina todo. Ahora han venido 5, pero dentro de unas semanas pueden estar hasta 20. Porque los hispanos son unos impresentables. Bueno, no. Hay algunos que son formales, pero hay otros que vamos, que sólo vienen a dar disgustos. Ya veremos como termina todo, esto acabará mal, seguro, porque los hispanos....
Vecina 2: - Es que nos están invadiendo. Vas por Cuatro Caminos y ya no parece Madrid. No se puede ni andar por la calle, parece que estás en otro país. Van a echarnos.
Conclusiones.
Por el tono de la vecina 1 deduje rápidamente que con los hispanos no se sabe, pueden salir buenos o malos, como si fueran melones; pero que si hubiesen alquilado el piso a españoles todo iría muy bien porque es claro y evidente que todos los españoles son gente de fiar.
Escuchando a la vecina 2 me sorprendí pensando que si parecía otro país porque se iba todo el mundo al extranjero de turismo, si ha cinco paradas de metro puede ver un país nuevo. Luego me entró la preocupación de que en un futuro ese “país” reclamase su propio estatuto. Y eso de echarnos, pensé que se refería a la piscina. Miré preocupado a mi alrededor y sólo había un niño de 8 años jugando a la pelota con acento sudamericano. ¡Peligro, peligro!
Vecina 1(en voz bien alta):- Pues vaya, le han alquilado el piso a unos hispanos. Ya veremos como termina todo. Ahora han venido 5, pero dentro de unas semanas pueden estar hasta 20. Porque los hispanos son unos impresentables. Bueno, no. Hay algunos que son formales, pero hay otros que vamos, que sólo vienen a dar disgustos. Ya veremos como termina todo, esto acabará mal, seguro, porque los hispanos....
Vecina 2: - Es que nos están invadiendo. Vas por Cuatro Caminos y ya no parece Madrid. No se puede ni andar por la calle, parece que estás en otro país. Van a echarnos.
Conclusiones.
Por el tono de la vecina 1 deduje rápidamente que con los hispanos no se sabe, pueden salir buenos o malos, como si fueran melones; pero que si hubiesen alquilado el piso a españoles todo iría muy bien porque es claro y evidente que todos los españoles son gente de fiar.
Escuchando a la vecina 2 me sorprendí pensando que si parecía otro país porque se iba todo el mundo al extranjero de turismo, si ha cinco paradas de metro puede ver un país nuevo. Luego me entró la preocupación de que en un futuro ese “país” reclamase su propio estatuto. Y eso de echarnos, pensé que se refería a la piscina. Miré preocupado a mi alrededor y sólo había un niño de 8 años jugando a la pelota con acento sudamericano. ¡Peligro, peligro!
