viernes, junio 16, 2006

A veces debo parecer idiota

Aunque nos cueste admitirlo por amor propio, hay ocasiones en las que debemos quedar como auténticos idiotas. Situaciones en las que hacemos el ridículo y que seguro nos ha pasado a todos más de dos y más de tres veces. Son momentos en los que la otra persona no entiende nada de lo que decimos o hacemos y que parecemos totalmente fuera de lugar.
Ayer me pasó eso, y me vinieron a la cabeza otras veces en las que me ha pasado lo mismo. Os cuento tres perlitas que son más o menos graciosas, pero que cuando yo las recuerdo me digo: -¡codino, pareces tonto!
Como os digo, ayer fue uno de esos momentos.
El caso es que tenía que ir al Estanco a comprar una declaración de la renta ordinaria. Entro y me atiende una joven. Se lo pido. No me entiende, hay veces que hablo muy rápido y la lengua se traba y ahí es realmente imposible entender nada de lo que digo. Se lo repito un poquito más lento:
- Una declaración de la renta ordinaria, por favor.
-¿Ordinaria?- pregunta ella.
Afirmo. Vuelve con ella y me dice:
- son 50.
¿50? pienso, no llevo tanto encima.
- ¿Puedo pagar con tarjeta?
-No.- y noto que me mira con una cara rara, como extrañada por mi pregunta.
-Entonces voy a sacar dinero y ahora vuelvo.
- Perdone- me dice ya totalmente descolocada- pero son 50 céntimos.
Me doy cuenta de que acabo de parecer realmente idiota. ¿Como iba a costar tanto? Digo que entonces si que llevo suficiente (50 céntimos, no más); pago y me voy pensando en que acabo de hacer el ridículo.
La segunda perla creo que es mejor. Me acaba de mudar con mi novia a vivir juntos. Tenía que comprar preservativos y bajé a una farmacia que habái visto al lado de nuestra casa. No me da mucha vergüenza comprarlos, pero nunca me gusta nombrarlos, prefiero omitirlos. Así que siempre digo la marca y la cantidad muy rapidito para que los demás clientes tampoco anden cotilleando o pensando -mira este creído que se piensa que va a pillar. Entro pues:
- Una caja control nature de 12, por favor.
- Lo siento, no trabajo con ese producto - me contesta la boticaria de mala manera, con cara de enfado.
- Pues una caja de durex, por favor- digo yo, con pose de me da igual la marca, yo lo que quiero es usarlos.
- No, no...que no vendo anticonceptivos- poniendo cara de que es del Opus y no va a permitir que nadie de la manzana folle tranquilo.
-Adios y gracias- balbuceo a modo de despedida.
¡Qué cabrona la tía! Como es del opus nos quiere dejar a toditos sin poder hacerlo sin miedo. Lo peor es que había más gente dentro, abueletes, que me miraron también con cara de hay que ver como es la juventud del día, sólo piensan en eso, así va la sociedada como va...Pero puedo decir que nunca más he vuelto a ir a esa farmacia.
La tercera que me viene a la memoria también fue en una farmacia y pidiendo condones. Era domingo por la tarde, así que andaba buscando una farmacia de guardia o abierta 24 horas. De repente ví una con la cruz verde encendida y ahí me fuí. Entro, la farmacia hasta arriba de gente. Espero la cola y yo me había ido fijando que no estaban a la vista y pensaba que claro, como es una farmacia de barrio no querrá que se vean por si ofende a las personas mayores. Llega mi turno:
- Una caja de control nature de 12, por favor.
- Lo siento, no tengo- dice ella.
- ¿De cuáles tiene?.
- De ninguno.
- ¿Y eso?.
- Usted disculpe, pero es que esto es una farmacia ortopédica- me responde de manera muy educada pero con una leve sonrisa dibujada en sus labios.
Rojo de vergüenza salí huyendo de la farmacia pensando: -¡Codino, debes parecer idiota!

Comments:
jajajajja, la última es la mejor. Me hubiera orinado de risa si hubiera sido yo la que te atiendo.

ufff, yo he metido la pata miles de veces. La última vez fue esta misma semana cuando publiqué un articulo sobre "El cibersexo". Un amigo mío me dejó un comentario aludiendo que cada día la gente vive más sola y por eso un día pasas por una casa y te llega el olor de algo raro. Se descubre que la persona murió y nadie se daba cuenta por estar siempre en soledad.

Yo leí mal su comentario y pensé que hablaba de necrofilia. Me encabroné y le contesté en mi blog (lo puedes leer) que era una ofensa comparar el cibersexo con la necrofilia y cuando él me contestó muy confundido que no sabía de qué yo hablaba, releí su comentario y ¡mier....! me había equivocado y tuve que disculparme.

Bueno, el asunto ya lo arreglamos él y yo pero me sentí muy mal de haberlo puesto asi en público.

El problema conmigo es que soy tremendamente distraída, desde niña y por eso meto la pata miles de veces.
 
Si te empiezo yo a contar anécdotas de condones, no paro en tres horas, casualmente yo los vendo. No eres el primero que los pide así, pero a mí me gusta más que me lo digan por su nombre, que no pasa nada, que es una cosa muy normal.
Una vez entró un señor a la Farmacia y me pidió una caja de Durex, le saco una de doce y me dice:
-Que no, señorita, que no le he pedido preservativos, que le he pedido un medicamento que se llama Diurex.

La culpa no fue mía, es que ese producto no era nada habitual.
 
Yo suelo comprarlos con la mayor naturalidad del mundo. Durante mi primer año de relación con mi novia, pasamos por la típica época "cobaya", por lo que el consumo de profilácticos era constante. Paso por una farmacia del centro y, viendo que había una oferta le espeto al dependiente:
- La oferta de Durex Nature de 24
- ¡¡Buenooooo!! No pasamos hambre ¿eh jodío? - dijeron a mi espalda

Era la camarera que me había estado sirviendo tres veces al día en el comedor de mi residencia universitaria, a quien conocía basatnte y con quien me llevaba genial. Por lo inesperado del comentario y por el desparpajo con el que lo hizo, me sentí super incómodo. Balbuceé un "Engastaluego" y salí disparado. Creo que es la única vez que me ha pasado.

L.B.
 
Hay muchas formas de pedir preservativos, pero las he dividido en unos grupos que iba a poner en mi blog, pero como tengo confianza con Codino, se los voy a poner tipo comment:

-Las chicas siempre tan naturales, piden los presers sin problemas.

-Los chicos muy muy jóvenes entran a preguntar el precio, pero casi nunca se los llevan porque no los vendemos sueltos.

-Los hombres mayores (+/-50 años) llevan una solapa de la caja para no tener que pedirlo o los llaman profilácticos.

-Los chicos jóvenes suelen ir en grupos de dos o tres y siempre hacen alguna broma entre ellos, éstos son los que no están acostumbrados a comprarlos.

-Los padres de familia treintañeros los compran junto con las papillas de los nenes.

-Los tuneros los piden así: "Dame condones" y siempre pienso si tendrán tan poca sensibilidad usándolos como pidiéndolos.

-Por último, el padre que se cree enrollado y llama a su hijo desde la farmacia para preguntarle si todavía le quedan o se los compra, y cuando cuelga te dice: es que yo no sé qué hacen con ellos, pero los gastan... Pues yo sí que lo sé.
 
Reina:
Yo suelo pedirlos bajo la voz "profilácticos". ¿Debo añadir veinte tacos a mi treintena o es que soy un rarito? ;-)

L.B.
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?