jueves, mayo 03, 2007
No me importa el nacimiento de Sofía
Leo la noticia de que las cadenas que han dedicado un amplio espacio de su programación al “esperado” nacimiento de la infanta Sofía han tenido cuotas de audiencia bajas, bastante bajas al parecer. El nacimiento del octavo nieto (si no he contado mal) parece que ha levantado menos expectativas de las que se esperaban en un principio.
Este hecho se puede deber a varios motivos. Lo más lógico es pensar que ha sido así porque el nacimiento ha coincidido con el macro puente. Ni el español más monárquico va a dejar de disfrutar de sus días de fiesta por ver en la tele como ha nacido una niña que ya tiene la vida resuelta.
También se puede deber a que los príncipes anunciaron hace muchísimo el sexo del retoño, matando meses de polémica sobre la modificación de la Constitución para cambiar la línea de sucesión y que no sea sexista.
Pero hay otra opción, mi favorita. También es la más idealista, platónica, utópica y la menos probable. Quizás pueda ser que la gente empiece a estar cansada de ver a una familia que crece y crece y no deja de crecer, que empiece a estar harta de que haya una familia de ciudadanos cada vez menos “real” que tienen la vida solucionada por una cuestión de apellidos (ya ni tan siquiera de sangre). Quizás la gente que juega con ilusión cada viernes al euro millón esta hasta las narices de que esos “privilegiados” nazcan forrados y retirados por posar en fotos y viajar por todo el mundo gratis.
Igual es que está empezando a nacer entre los españoles un sentimiento de republicanismo. Igual empezamos a darnos cuenta que una monarquía constitucional en un sistema democrático son ideas totalmente incoherentes. Que no podemos estar todo el día hablando de igualdad de oportunidades, de igualdad de derechos y permitir que haya una familia que se dedique a parir y a parir un niño detrás de otro.
Habría que ponerles a trabajar, a pasar procesos de selección, a pagar una hipoteca de 40 años por un piso de dos dormitorios, a pasar vacaciones en el camping de Benidorm porque el dinero no da pa´más. Que supieran lo que es ganarse el pan de cada día con el esfuerzo propio, a ver si así les quedaban ganas de tanto arrumaco.
Siempre he pensado que si defendemos una monarquía constitucional en un gobierno democrático lo ideal sería que cualquier familia pudiese ser la familia “real” durante cuatro años. Lo suyo sería que se eligiese una familia mediante sorteo (como el Gordo) y que te tocara ser rey, reina, príncipe o infanta durante cuatro años. Que todos los españoles pudiéramos aspirar al mismo estilo de vida. Eso si sería defender la igualdad de oportunidades.
Mientras tanto, desde aquí me permito un grito: ¡¡Viva la República!!
Este hecho se puede deber a varios motivos. Lo más lógico es pensar que ha sido así porque el nacimiento ha coincidido con el macro puente. Ni el español más monárquico va a dejar de disfrutar de sus días de fiesta por ver en la tele como ha nacido una niña que ya tiene la vida resuelta.
También se puede deber a que los príncipes anunciaron hace muchísimo el sexo del retoño, matando meses de polémica sobre la modificación de la Constitución para cambiar la línea de sucesión y que no sea sexista.
Pero hay otra opción, mi favorita. También es la más idealista, platónica, utópica y la menos probable. Quizás pueda ser que la gente empiece a estar cansada de ver a una familia que crece y crece y no deja de crecer, que empiece a estar harta de que haya una familia de ciudadanos cada vez menos “real” que tienen la vida solucionada por una cuestión de apellidos (ya ni tan siquiera de sangre). Quizás la gente que juega con ilusión cada viernes al euro millón esta hasta las narices de que esos “privilegiados” nazcan forrados y retirados por posar en fotos y viajar por todo el mundo gratis.
Igual es que está empezando a nacer entre los españoles un sentimiento de republicanismo. Igual empezamos a darnos cuenta que una monarquía constitucional en un sistema democrático son ideas totalmente incoherentes. Que no podemos estar todo el día hablando de igualdad de oportunidades, de igualdad de derechos y permitir que haya una familia que se dedique a parir y a parir un niño detrás de otro.
Habría que ponerles a trabajar, a pasar procesos de selección, a pagar una hipoteca de 40 años por un piso de dos dormitorios, a pasar vacaciones en el camping de Benidorm porque el dinero no da pa´más. Que supieran lo que es ganarse el pan de cada día con el esfuerzo propio, a ver si así les quedaban ganas de tanto arrumaco.
Siempre he pensado que si defendemos una monarquía constitucional en un gobierno democrático lo ideal sería que cualquier familia pudiese ser la familia “real” durante cuatro años. Lo suyo sería que se eligiese una familia mediante sorteo (como el Gordo) y que te tocara ser rey, reina, príncipe o infanta durante cuatro años. Que todos los españoles pudiéramos aspirar al mismo estilo de vida. Eso si sería defender la igualdad de oportunidades.
Mientras tanto, desde aquí me permito un grito: ¡¡Viva la República!!
Etiquetas: crítica social, política
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Igualdad de oportunidades? Pues como dice mi hermana, que hubieran convocado un "casting" para poder optar todas a princesa. Yo no hubiera ido, estoy encantada con ser la reina de mi casa ;-)
Yo también creo que (manifestaciones y fosas comunes desenterradas a parte) hay cierto sentimiento republicano aflorando en la gente y es que hay q recordar q hasta q el rey mandó a Tejero a su casa la noche del 23-F muchos desconfiaban de él. A partir de ahí hubo un sentimiento como de gratitud generalizado que, lo quieran o no, no puede ser eterno ni puede justificar los millones que se llevan de nuestros bolsillos ni tampoco su situación AL MARGEN DE LA LEY.
A ver si vemos la Tercera de una buena vez.
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: 6:17 p. m.
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